Sobre Mercadona y la pasta Gallo

Se acabó. Ya está. Ya no verás más sobre los estantes de muchos Mercadonas el paquete de macarrones de Gallo. Lo único que quedaba por desaparecer era la línea Sin Gluten, ya que Mercadona no había conseguido fabricante que produjera pasta sin gluten. Pero lo ha encontrado, ni más ni menos, que en Italia. En fin, sin querer entrar en temas de deslocalización, tendrás que dejar de acudir al Mercadona que hay tan cerca de tu casa si quieres otra marca de pasta distinta a la de Hacendado.

Y antes de que me tiréis piedras, no os asustéis. El blog sigue hablando de software. Este es el ejemplo comercial que más familiar nos puede parecer al que lleva a cabo Microsoft. Esa multinacional que de la noche a la mañana pasó de odiar Linux a amarlo, y a poder instalarlo dentro del propio Windows. Esa multinacional que se ha puesto a amar el software libre y que contra todo pronóstico lidera el ranking de empresas con más contributores de código de software libre en github (mirror).

Microsoft ha sido siempre ese monstruo gigante famosamente conocido con la estrategia comercial «Adoptar, extender y extinguir«. Cerca estuvo de que, con la citada estrategia, desapareciesen otros navegadores de Internet de la faz del ciberespacio que no fueran Internet Explorer. Este ejemplo es fácil. Microsoft adopta una tecnología, en este caso, Internet Explorer. Como Windows viene instalado prácticamente en cualquier máquina, e Internet Explorer con él, nadie se preocupará de buscar otro software para entrar a la web (extender). A la larga, los pocos usuarios que no habían adquirido Internet Explorer (o Windows) se verían abocados a usarlo, ya que al final es lo que utiliza la mayoría y nadie iba a preparar ninguna web para otro navegador que no fuera Internet Explorer (extinguir).

Afortunadamente esto no ocurrió así porque Internet Explorer era malo, muy lento, y que no respetaba para nada los estándares, y porque algunos de los desarrolladores apostaban por Netscape y posteriormente por Mozilla Firefox, que funcionaban mejor en la mayoría de casos e incluían mejoras que no se veían en el software de Microsoft.

Pero Mercadona parece haber estudiado muy bien esta estrategia. Tiene decidida su decisión de imponer su marca Hacendado a todo el mundo que pase por su supermercado. Y paso a paso lo va consiguiendo. Cada vez ha abierto más comercios, muy cerca de casa, con unos precios bastante razonables, con lo que ha conseguido que la gente se habitúe a ir a comprar allí. Pero las grandes marcas ven, sin embargo, que sus ventas no suben a no ser que se niegen a vender bajo su propia marca y pongan el sello de Hacendado a sus productos.

Por suerte Mercadona no representa la totalidad del mercado en ventas de supermercados, ni siquiera creo que esté cerca, así que dudo que podamos hablar de monopolio. Pero este tipo de prácticas no favorecen al consumidor, ya que provoca que tengas que cambiar a otras tiendas para comprar el producto que quieres… O ir a la tienda que quieres comprando el producto que no tenías previsto. Y menos todavía favorece a la empresa que fabrica esos productos.

Microsoft, sin embargo, sí que está en una posición dominante en el mercado de los ordenadores de sobremesa. De hecho, muy pocos ordenadores se venden preinstalados sin Windows. Internet Explorer ha sido un exponente de esta estrategia, pero probablemente no será la única.

Hace no mucho publicó la posibilidad de ejecutar Bash sobre Windows, y el anuncio de la apertura del código de PowerShell y que esté disponible para Linux también es reciente. Desde hace algo más de tiempo es posible contratar un servidor de Azure que ejecute Linux. Pero, de sus productos estrella, ni soñarlo. Ni Windows, ni Office serán nunca de código abierto. Incluso una señal hacia la comunidad podría ser permitir instalar programas propietarios como Office en Linux, como ya «hizo» con Microsoft SQL server. Probablemente Microsoft tampoco recomendará a los fabricantes permitir que UEFI u otros métodos dejen instalar otros sistemas operativos a la vez que Windows, cuando hace prácticamente lo contrario.

De poco va a servir ejecutar Ubuntu sobre Windows si nunca vas a tener la certeza de que el sistema operativo no hace nada que no digas, ya que no vas a tener el control de lo que hace. De poco va a servir ejecutar Office sobre Linux si el primero no es software libre. Probablemente ambas soluciones ayudarán a convivir en un ecosistema más plural, pero prácticamente siempre beneficiarán al mismo, a Microsoft, en detrimento de las soluciones libres.

Ojalá me toque rectificar algún día este artículo. Ojalá. Y si es así, probablemente estaré encantado de hacerlo. Por Microsoft y por Linux, y sobre todo, por Mercadona y por Gallo.

Un saludo

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